Con los inicios de internet en el ámbito doméstico, tener email se convirtió en algo indispensable para la nueva “vida digital”. Era la única manera de ponerte en contacto con otra persona a través de internet.
Luego llegaron los chats, una forma de comunicación masiva que revolucionó a las juventudes de la época. La gente empezó a meterse en los chats a conocer a nuevas personas o a hablar con conocidos.
Poco tardó en aparecer el ICQ, el primer servicio de mensajería instantánea. Esto permitía a la gente buscar a personas por su nombre y apellidos y hablar con ellas en tiempo real a través de conversaciones privadas, saber cuándo estaban conectados, mandarles archivos privados…
Lo cual desembocó en muchos programas de mensajería instantánea, en España destacando el MSN Messenger (ahora Windows Live Messenger). Es indispensable tener messenger en la vida actual de un joven estudiante, tanto en el ámbito social como en el laboral (por messenger se pasan apuntes, se hacen trabajos en grupo…).
Y ahora llega la próxima gran revolución de internet: Facebook.
Facebook ha dejado de ser una simple red social como Tuenti (que realmente es una copia barata de Facebook) o MySpace (que ha quedado desfasado). Ahora este sistema es algo que va mucho más allá. Casi se podría considerar un medio de comunicación por sí mismo.
¿Qué es lo que realmente hace de Facebook algo tan espectacular? Su simpleza. Tú puedes usar Facebook simplemente como una cuenta de email y Facebook sólo te mostrará los nuevos correos. Puedes usarlo en vez como un sistema para subir fotos y comentar en ellas, en cuyo caso será una especie de Flickr. Puedes usarlo como una web de videos por internet, siendo así un Youtube. Puedes utilizarlo como blog personal, o incluso como un fotolog. Pero lo realmente increíble es cómo todo esto se une a través de una red social.
Y es que una herramienta tan simple como Facebook puedes potenciarla para que se convierta en todo lo que tú quieras añadiéndole aplicaciones a tu gusto. Es como si de Windows se tratara: puedes usarlo para navegar por internet, recibir emails y pintar en el paint, o puedes aumentarlo con todos los programas que te apetezcan, como por ejemplo juegos o programas de messenger.
Lo impresionante es que todas las aplicaciones que agregues a tu cuenta de Facebook podrán tener acceso a tu lista de amigos y así interactuar en ellas con tus contactos. Las fotos es un ejemplo de ello: tú puedes agregar a alguien a una foto (etiquetándola) y esa persona recibirá la foto al instante y comentar en ella. O puedes subir un video para que lo reciban tus amigos, o grabar algo con la webcam desde la propia página web y sin necesidad de instalar ningún programa aparte.
Un ejemplo de aplicación es Campography: en ella tú pones si has estado en algún campamento de verano y en qué año, y la aplicación te mostrará los amigos tuyos que también han estado allí ese año y te buscará aquellos que hayan estado en tu misma cabaña. Una vez encontrados, podrás subir fotos de ese campamento a la aplicación para que sólo sean visibles para esas personas, participar en actividades con ese grupo, etc. A través de esta aplicación yo he encontrado a más de 15 amigos de los cuales no sabía nada desde hacía 6 años.
Otra aplicación interesante es ¿Quién tiene el cerebro más grande? Con ella podrás realizar una prueba en Flash muy similar a las del juego “Brain Training” de la Nintendo DS y recibir una puntuación, que después comparará con tus amigos de Facebook. Así podrás concursar con tus amigos para ver quién tiene el cerebro más grande.
Incluso otros servicios como Last.FM o Twitter están en Facebook como aplicaciones:
Además recientemente se ha añadido un messenger en todas las páginas de Facebook para charlar con todos tus amigos al momento. Por no hablar de todas las posibilidades publicitarias que Facebook ofrece (el juego de ¿Quién tiene el cerebro más grande? tiene por ejemplo un anuncio entre partida y partida).
Sinceramente, nos encontramos ante una verdadera revolución de internet, y tal y como dicen algunas predicciones, creo que acabará siendo algo que todos tendremos, al igual que todos usamos el messenger o el email de día a día.
